Origen de las Letanías
Letanía es una palabra griega que significa oración, especialmente oración hecha en común, significa también procesión, porque esta manera de orar se usa en las procesiones.
Las letanías son una serie de alabanzas y súplicas ordenadas, cortas, repetidas y concordes entre sí, por las que se ruega a Dios, a su madre Santa María o a los Santos.
La práctica de estas oraciones es una de las más comunes. Se conocen ya desde las sinagogas judías, donde se realizaban 18 bendiciones en las que se enumeraban las diferentes categorías sociales de las personas y las necesidades de éstas.
Hay vestigios de ellas en los textos de los padres apostólicos del siglo II, siguiendo la recomendación de San Pablo: "Recomiendo, ante todo, que se hagan peticiones, oraciones, súplicas y acciones de gracias por los hombres de toda clase, por los jefes de estado y todos los gobernantes, para que podamos llevar una vida tranquila y de paz, con toda piedad y dignidad" (1 Tim 2, 1-2).
Tienen un carácter eminentemente popular, por lo que son muy abundantes y de estilos diversos. Se usaban en procesiones, en la Vigilia Pascual, en las ordenaciones, en las oraciones por los enfermos y los difuntos. Es hasta el siglo XII donde aparecen unas primeras letanías de la Virgen que recogen los principales títulos tributados a la Madre de Dios.
La colección más famosa de estas letanías de la Virgen María es conocida como "Lauretana", es llamada así en las Constituciones de los Sumos Pontífices: Sixto V, Clemente VIII, Alejandro VII, etc., por proceder del Santuario de la Virgen de Loreto en Italia. Procede de los siglos XVI y XVII aunque con el tiempo esta letanía fue enriqueciéndose con nuevos títulos que por decreto los papas añadían al texto tradicional que tenía como base de 50 invocaciones.
En el transcurso de los años, los Papas añadieron algunas invocaciones. Por ejemplo:
- Auxilio de los cristianos: cuando Europa fue invadida por los turcos.
- Reina concebida sin pecado original: después de la definición del Dogma de la Inmaculada Concepción.
- Reina del santísimo Rosario: después de haber sido consagrado el mes de Octubre al Santo Rosario.
- Reina de la Paz: cuando ardía la primera Guerra mundial.
- Reina llevada al cielo en cuerpo y alma: con motivo de la proclamación del Dogma de la Asunción.
En las citas de cada letanía se hará referencia en este texto a mensajes de María a Patricia Talbot (El Cajas), Gladys Quiroga de Motta (San Nicolás) y al Padre Gobbi, las dos primeras aprobadas por la Iglesia y la última con Imprimátur (aprobación para su edición) otorgado por el Cardenal Bernardino Echeverría Ruiz y el Movimiento Sacerdotal Mariano, creado por el propio Padre Gobbi a petición de la Virgen.