La Misericordia de Dios y la Confesión

17.05.2018

17 Cosas que Jesús le Reveló a Santa Faustina Sobre la Divina Misericordia

La Divina Misericordia es uno de los aspectos más importantes de la fe cristiana, y Jesús le reveló a Santa Faustina muchas verdades sobre esta virtud divina. En sus escritos, Santa Faustina registró las visiones y los mensajes que recibió de Jesús acerca de la Misericordia, y estas revelaciones son valiosas para ayudar a los cristianos a comprender la importancia y la profundidad de la Misericordia de Dios. En este artículo descubrirás las 17 cosas que Jesús le reveló a Santa Faustina sobre la Divina Misericordia.

1. La misericordia de Dios es infinita e inagotable

Jesús le reveló a Santa Faustina que la Misericordia de Dios es infinita e inagotable, y siempre está disponible para aquellos que buscan arrepentirse de sus pecados y acercarse a Él en la fe. Como escribió Santa Faustina en su diario: "La Misericordia de Dios es infinita e inagotable, y está siempre disponible para aquellos que buscan arrepentirse de sus pecados y acercarse a él en la fe" (Diario, § 1448). Dios ama a todos sus hijos incondicionalmente, y su misericordia es mayor que cualquier pecado o debilidad humana.

2. La misericordia es la fuerza más grande del universo

Jesús le reveló a Santa Faustina, en su diario, que la Misericordia es la fuerza más grande del universo y que es capaz de transformar vidas y sanar heridas. Según él, "La Misericordia de Dios puede disolver los pecados más profundos y sanar las heridas más profundas del corazón" (Diario, § 1448). Cuando abrimos nuestro corazón a la Misericordia de Dios, permitimos que Él nos transforme y nos lleve a la santidad. (Diario, §1146).

3. La misericordia es la clave de la salvación

Según las revelaciones de Jesús a Santa Faustina, la Misericordia es la clave de la salvación. En su diario, Santa Faustina escribió sobre la importancia de la Misericordia para alcanzar la salvación. Ella escribió: "La misericordia es la puerta por la que entramos en la salvación. A través de ella recibimos la gracia y la fuerza necesarias para cambiar nuestras vidas y acercarnos a Dios". A medida que buscamos la Misericordia de Dios y permitimos que nos toque, somos liberados de los pecados y de la esclavitud del pecado, y encontramos la paz y el gozo que provienen de estar en comunión con Dios.

4. La misericordia de Dios es más fuerte que el pecado

Jesús reveló a Santa Faustina en su diario que la Misericordia de Dios es más fuerte que el pecado, y que incluso los pecados más graves no pueden impedir la acción de la Misericordia de Dios en nuestras vidas. Según Santa Faustina, "Nada es tan grande que la Misericordia de Dios no pueda perdonar. No hay pecado que pueda ser más pesado que la Misericordia de Dios" (Diario, ítem 1146). La Misericordia de Dios puede curar heridas, perdonar pecados y liberar ataduras.

5. El amor misericordioso de Dios se refleja en nuestra misericordia hacia los demás

Jesús le reveló a Santa Faustina, en su diario, que la forma en que tratamos a los demás es un reflejo del amor misericordioso de Dios en nosotros. Según él, "Cuando somos misericordiosos con los demás, estamos reflejando la Misericordia de Dios y trayendo Su presencia al mundo" (Diario, §742). Debemos buscar ser misericordiosos con todos, especialmente con aquellos que más necesitan nuestra ayuda. (Diario, §1142).

6. Dios Despierta Misericordia en Nosotros a través de la Santísima Eucaristía

Jesús reveló a Santa Faustina, en su diario, que la Santísima Eucaristía es el medio por el cual Dios despierta la Misericordia en nosotros. Según él, "Cuando recibimos la Santísima Eucaristía, recibimos al mismo Cristo, y Él renueva en nosotros la gracia del Bautismo y nos fortalece en la fe" (Diario, § 1396). Además, "La Santísima Eucaristía es la fuente y el centro de la vida cristiana" (Diario, §1397) y debe celebrarse con amor y reverencia. La Santísima Eucaristía es un sacramento de amor y misericordia, y es a través de ella que podemos renovar nuestra unión con Dios y con nuestros hermanos y hermanas en la fe. (Diario, §1332).

7. La misericordia de Dios se manifiesta en la confesión

Jesús enseñó a Santa Faustina, en su diario, que la oración es el puente entre nosotros y la Misericordia de Dios. A través de la oración, podemos ponernos en contacto con la divinidad y sentir Su amor y compasión por nosotros. Según Jesús, "La oración es el aire que respira el espíritu, y la Misericordia de Dios es el sol que ilumina y calienta a todos los que la buscan" (Diario, § 1319). A medida que buscamos la Misericordia a través de la oración, nos hacemos más conscientes de nuestra necesidad de ella y somos más capaces de recibirla y difundirla por el mundo. (Diario, §1754).

8. La misericordia de Dios se refleja en las obras de misericordia corporales y espirituales

Jesús reveló a Santa Faustina, en su diario, que la Misericordia de Dios se extiende a todos los aspectos de la vida, incluidas las obras de misericordia corporales y espirituales. Afirmó que "El amor misericordioso que se difunde a través de las obras de misericordia corporales y espirituales es un reflejo del amor misericordioso de Dios" (Diario, §742). Por eso, debemos ser constantes en nuestras acciones de ayuda a los necesitados y de oración por las almas. Como escribió Santa Faustina, "La Misericordia de Dios es como un río que fluye y se extiende, y las buenas obras son las aguas que fluyen, trayendo paz y alegría a todos los que se encuentran en su camino" (Diario, §1578).

9. La misericordia de Dios se manifiesta en nuestra vida de oración

Jesús le reveló a Santa Faustina, en su diario, que la oración es un medio por el cual la Misericordia de Dios se manifiesta en nuestras vidas. Según él, "la oración es el secreto de la vida divina en nosotros" (Diario, § 1319). Cuando oramos con sinceridad y humildad, nos acercamos a Dios y experimentamos la profundidad de Su Misericordia. Debemos ser persistentes en la oración, buscando la gracia de un corazón abierto al amor de Dios. Jesús también le enseñó a Santa Faustina que la oración es el arma más poderosa que tenemos contra el mal y que a través de la oración podemos traer paz y sanación al mundo.

10. Dios quiere que compartamos su misericordia con los demás

Según el diario de Santa Faustina, Jesús afirmó que la misión de todos los cristianos es ser un canal de transmisión de la Misericordia divina al mundo. En su diario, § 1074, afirma: "Deseo que hagáis el bien a todos, especialmente a los pecadores, y que compartáis con ellos Mi Misericordia". Para cumplir esta misión, debemos esforzarnos por ser siempre misericordiosos y amables con los demás, buscando llevar alegría y consuelo a todos aquellos con quienes interactuamos.

11. La misericordia de Dios es un refugio para los pecadores

Jesús le reveló a Santa Faustina que la Misericordia de Dios es la luz que ilumina el camino de los pecadores y que quienes se acercan a él con humildad y arrepentimiento encontrarán el perdón y la paz. También enseñó que la Misericordia de Dios es un puente que lleva a los pecadores de vuelta al corazón de Dios, donde encontrarán sanidad y renovación. (Diario, §1485). Siempre debemos tener presente que la Misericordia de Dios es más fuerte que cualquier pecado y que Él siempre está dispuesto a perdonarnos y llevarnos de vuelta a Su amor.

12. La misericordia de Dios se manifiesta en nuestra caridad con los pobres

Jesús enseñó a Santa Faustina, como consta en su diario, que la Misericordia de Dios se manifiesta en nuestra caridad hacia los pobres. Debemos ser generosos con los necesitados, compartiendo con ellos lo que tenemos y ayudándolos en sus necesidades. Según Santa Faustina, la caridad hacia los pobres es una forma concreta de expresar la Misericordia de Dios al mundo.

13. La misericordia de Dios se manifiesta en nuestra perseverancia en la fe

La Misericordia de Dios se manifiesta en nuestra perseverancia en la fe. Según el diario de Santa Faustina, cuando enfrentamos desafíos y adversidades, debemos confiar en la Misericordia de Dios y permanecer firmes en nuestra fe. La Misericordia de Dios nos sostiene y nos da fuerzas para superar las dificultades, como enseñó Jesús a Santa Faustina.

14. La misericordia de Dios se refleja en nuestra humildad

Jesús enseñó a Santa Faustina que la Misericordia de Dios se refleja en nuestra humildad. Debemos ser humildes, reconociendo nuestras debilidades y necesidad de Dios. La humildad es una virtud que abre nuestro corazón a la Misericordia de Dios y nos permite experimentarla más profundamente.

15. La misericordia de Dios se expresa en nuestra compasión

Jesús enseñó a Santa Faustina que la Misericordia de Dios se expresa en nuestra compasión. Debemos tener compasión por los que sufren, compartir su dolor y ayudarlos con sus necesidades. La compasión es una forma de amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, reflejando la Misericordia de Dios al mundo.

16. La misericordia de Dios otorgada en la confesión

Jesús le reveló a Santa Faustina que la Misericordia de Dios se concede en la confesión. Aquellos que confiesan sus pecados y se arrepienten sinceramente encontrarán la Misericordia de Dios y el perdón de sus pecados. La confesión es un sacramento sagrado que nos permite experimentar la profundidad de la Misericordia de Dios.

17. La Misericordia de Dios se Otorga en la Eucaristía

Finalmente, Jesús le reveló a Santa Faustina que la Misericordia de Dios se otorga en la Eucaristía. La Eucaristía es el sacramento más importante de nuestra fe, donde recibimos el Cuerpo y la Sangre de Jesús. A través de la Eucaristía, podemos experimentar la Misericordia de Dios de una manera profunda y significativa.

El punto de partida del cristiano, es la humildad. Para poder recibir el Amor de Dios es necesario entregarse a Él, darse cuenta de la fragilidad, de su poder, de su Amor.

Él es el que nos elige, y no al revés.

Materialismo, esclavitud del dinero, del aborto, del pecado, vivir como si Dios no existiera, hará temblar al mundo porque hace llorar a la Virgen María y a Jesús.

Estar en Gracia, la confesión frecuente permite una comunicación mucho más directa con Dios, el Espíritu Santo trabaja mucho más deprisa, hay una conexión mucho más inmediata cuando confesamos con humildad nuestros pecados.

  • Queridos hijos, les ruego, entreguen al Señor todo su pasado, todo el mal que se ha acumulado en sus corazones. Yo deseo que cada uno de ustedes sea feliz, pero con el pecado nadie puede serlo.
  • Confesaros al menos una vez al mes, sobre todo el primer sábado
  • La confesión será un remedio para la Iglesia de occidente
  • Hijos si no os confesáis mensualmente, será muy difícil para vosotros convertiros.
  • Hay una urgente necesidad de oración y penitencia.

  • Debéis combatir contra la moda, cada vez más inconveniente y provocativa. Debéis combatir contra la mentalidad corriente que todo se legitima y justifica, la moral de situación que todo se permite.
  • Las discusiones, la excesiva agitación, el aceptar problemas y actitudes hoy de moda, pero que sólo disipan y malgastan vuestras energías, son todas acciones de estorbo sugeridas por mi adversario, que logra engañar y seducir hoy a todos y en todo.
  • Nunca tanto como ahora el demonio ha logrado seduciros tanto. ¡Qué numerosos son hoy mis hijos que pasan años sin confesarse! Se pudren en el pecado y se consumen en la impureza, se dejan llevar por el apego excesivo del dinero y el orgullo, así es como ahora Satanás anda acampado, es pues necesario que la Madre os hable y os lleve de la mano, misión suya, es ante todo, guiaros en la lucha del dragón infernal.
  • Ha descendido ya la noche sobre el mundo.
  • El espíritu de la lujuria ha seducido a todas las naciones de la tierra.
  • Satanás ha engañado a la mayor parte de la humanidad con la soberbia.
  • El espíritu del mundo ha penetrado ya en muchas casas religiosas, introduciendo en ellas la tibieza, la impureza, el laxismo y la búsqueda de todo mundano placer.
  • Los cobardes y vacíos de corazón viven aterrados por el futuro, pero no hacen nada por llegar al Señor.

  • A los sabios y poderosos, a los que creéis tenerlo todo os digo: No tenéis lo esencial, no tenéis amor a vuestro prójimo ni tenéis amor al Señor, que es el tesoro más valioso que todo hombre pueda desear, pocos son los elegidos por El. Recapacitad y volcaos a Cristo, amadlo y obtendréis la salvación.
  • Hijos míos, no viváis de acuerdo a lo fácil como se vive en estos días, al ritmo de la locura, de violencia, creyendo que el hombre solo puede proveerse de todo cuanto puede desear. Todo es una mentira porque es una manera de vivir equivocada.
  • Hoy el mundo se ve tentado por el mal y se entrega, porque éste tiene atracción pero es sólo atracción en los débiles. Felices los que son atraídos por el poder de Dios que es la fuerza universal y felices los que en sus corazones dejan lugar solamente para Él.
  • Quiero sanar a mis hijos, de esa enfermedad que es el materialismo y que muchos padecen.
  • Si algunos de vosotros estáis oprimidos y no sabéis a quien recurrir, acudid a la Iglesia, acudid a un sacerdote porque él es alumno de Cristo, es colaborador de Cristo y os ayudará a ver qué necesario es estar cerca de Dios.
  • El Señor responderá a los que se arrepientan de sus malas acciones.
  • Muchos de vosotros podéis haber llevado una mala vida pero si mostráis arrepentimiento lograréis salvaros. El Señor vendrá en vuestro auxilio os lo aseguro. Mi Misión es salvar almas, mostrar el camino hacia el Señor y hacer comprender la pureza que hubo en Él.
  • ¿Puede el Señor perdonar a los que se olvidan de Su existencia? Yo os digo, si hijos míos, el Señor puede por su gran misericordia. Más no abuséis de la bondad de Dios y abrazaos con fuerza a mi manto, que realmente os limpiará y os presentará puros ante el Señor.
  • Que sean mis palabras, aliento para el caído. Nada levanta tanto, como saberse amado por Jesucristo.
  • Bienaventurados los que buscan la reconciliación con Dios. Hijos, con el corazón amáis, con el corazón sentid a mi Corazón, que está volcando su amor hacia vosotros.
  • Bendigo a todos los hijos que quieren transformar sus almas y sus corazones, confiándolos a María, Medianera de las gracias del Señor.
  • Toda culpa perecerá si el arrepentimiento llega a vuestro corazón.
  • Pues sabéis que las modas y la música son un gran logro de satán, pues con la moda propicia a la gente para que se haga esclava del dinero y del pecado.

  • El ateísmo y materialismo comen al mundo.
  • Ocúpate de mis cosas y yo me ocuparé de las tuyas.
  • Queridos hijos, ustedes están listos para pecar y ponerse en manos de Satanás, sin reflexionar. Yo los invito a cada uno de ustedes a decidirse conscientemente por Dios y contra Satanás.

  • Oren por mis intenciones a fin de que por medio de sus oraciones se detenga el plan de Satanás sobre esta Tierra, que cada día está más lejos de Dios, y en lugar de Dios se pone a sí mismo y destruye todo lo que es hermoso y bueno en el alma de cada uno de ustedes.

  • Satanás no duerme, y a través del modernismo os desvía y os conduce por su camino. Por eso, hijitos, en el amor hacia mi Corazón Inmaculado, amad a Dios sobre todas las cosas y vivid Sus Mandamientos. Así vuestra vida tendrá sentido y la paz reinará en la Tierra.
  • Cuando se realicen los secretos que os han sido confiados, su poder será destruido. Ya ahora ha comenzado a perder su poder y se ha hecho agresivo: destruye los matrimonios, suscita divisiones entre los sacerdotes, posesiones diabólicas y asesinatos. Debéis protegeros de él mediante el ayuno y la oración: sobre todo la oración comunitaria. Llevad con vosotros signos benditos. Ponedlos en vuestras casas, volved a utilizar el agua bendita.
  • Muchos son los que dicen estar con Dios, mas pocos los que de corazón están en la Iglesia de Cristo; mas el Señor apartará las ovejas de su Rebaño.
  • La Humanidad toda está contaminada, no sabe lo que quiere y es la oportunidad del maligno, pero no saldrá airoso. Cristo Jesús ganará la gran batalla, no hay que dejarse sorprender, debéis estar alerta.
  • Hoy el Sagrado Corazón de Jesús está junto a vosotros para ser vuestro guía y desviar al malvado que está atacando con toda su furia. Sabe que no puede con el Señor y eso lo pone peor todavía.
  • Recapacitad hijos porque seréis culpables de vuestras propias faltas, oíd mis consejos, practicadlos y reinará la paz en vuestros espíritus.
  • Os habéis metido en una ciénaga, mas no avancéis, corréis peligro de muerte, volved vuestros pasos que tenéis salvación, Cristo os quiere salvar
  • En las grandes ciudades del mundo, se ve el ateísmo y la total indiferencia a Dios. El maligno, ha subido como una efervescencia, cubriendo con su maldad y dominando las mentes débiles. El Señor, envía su mensaje de alerta, de amor, para que podáis descubrir lo verdadero y sepultéis la ilusión y el mal.
  • Hija, el demonio actúa ferozmente, no os asombréis. Ataca sin compasión, envolviendo todo lo que puede tocar.
  • Satanás, príncipe de las tinieblas, quiere sobrepasar la Luz que en estos días, quiere ser para el mundo más esclarecedora.
  • El Reino no pertenece a todos, sino a los elegidos el Padre Dios.

  • Rogad mucho por las almas del Santo Purgatorio, orad mucho por aquellos que andan vagando por el mundo.