Reina de la Paz
Ardía la guerra mundial, el odio y los estragos se extendían a todas las Naciones; los campos de concentración llenos de fugitivos, de prisioneros, de confinados; las familias deshechas; los hogares abandonados; la loca carrera de la muerte sembraba innumerables víctimas en los campos de batalla y en los hospitales y despedazaba los corazones de millones de esposas, de madres, de hijos, de novias y de amigos; el espectro del hambre; el espectáculo de las inmensas ruinas sembradas por la guerra; las terribles incógnitas del mañana, mantenían en angustia a todos los corazones, que cada día exploraban el futuro obstinadamente obscuro y amenazador.
En esas circunstancias, el Papa Benedicto XV, el 30 de Noviembre de 1915, concedió facultad a los obispos para añadir a las Letanías Lauretanas, la Invocación "Reina de la Paz, ruega por nosotros".
El Divino Redentor quiso que toda su vida discurriera entre dos mensajes de PAZ: la cantaron los Ángeles en Belén y la anunció El mismo a los Apóstoles el día de su Resurrección: "La Paz sea con vosotros".
Hoy en el mundo no hay paz y es
porque se han olvidado las palabras de Jesucristo: "Os dejo la paz" "Os
doy mi paz, no como la da el mundo".
- "Soy la Reina de la Paz. Nunca como hoy amenaza a la humanidad el peligro de la guerra y una inmensa destrucción. Miradme a mí como Aquella a quien Dios le ha dado la misión de traer al mundo la paz. Por esto os invito a invocarla con una oración incesante, confiada y hecha en unión Conmigo. Sobre todo, recitad el Santo Rosario".
- "Nada turbe vuestra paz, Jesús resucitado está vivo entre vosotros, Jesús ha vencido al mundo".
- "Habéis venido con vuestros corazones cargados de dificultades de dolores de esperanzas de preocupaciones y expectativas: todo lo he recibido en mi Corazón Inmaculado y os doy la paz de corazón".
- "Si vivís en la gracia de Dios vivís en la paz del corazón".
- "Jesús os ha llevado a la paz con todos y os ha trazado la vía hacia la verdadera fraternidad".
- "El Rosario os lleva a la Paz".