Porqué del Rosario

22.05.2018
En la página "Cómo vivir" que habla de las armas que tenemos para acercarnos a Jesús y María, se detalla mejor lo que María dice sobre el Santo Rosario.

Con el rezo del Rosario meditamos las cualidades de María, nos sirven para acercarnos a Ella y acercarnos a Jesús. Con ellas alabamos a nuestra Madre, le decimos que la queremos, y con las Letanías le decimos piropos.

Le pedimos que nos ayude a interiorizarlas, y a darnos cuenta de que sus cualidades las necesitamos nosotros también. Nos damos cuenta de cómo nos quiere, cómo nos protege, cómo nos ayuda, cómo nos enseña.

Los Misterios están destinados a comprender e interiorizar la vida de Jesús, por eso es importante ponernos en ese lugar (en Caná, en la Visitación, en el Huerto de los Olivos,...) en cada rezo del Misterio, contemplarlo, ponernos en situación, en cada persona que forma parte de esa situación en cada Misterio y comprender el porqué y el cómo.

Son innumerables las apariciones de María destacando la importancia del Rosario y/o apareciendo con un Rosario entre sus manos, priorizando esta oración humilde frente a otras.

María en El Cajas nos pide que lo recemos sin prisas; es mejor hacer menos Misterios, pero bien meditados, que un Rosario completo con prisas; un misterio meditado es una rosa que le entregamos, un Misterio con prisa se convierte en una rosa marchita.

Con el rezo del Rosario María nos promete estar ahí con nosotros (apariciones en Monasterio de Prouille en Fanjeaux con Santo Domingo de Guzmán, en San Nicolás en Argentina, en El Cajas en Ecuador, Fátima, locuciones del Padre Gobbi, en Medjugorje,...) y nos asegura que esta oración es la oración de la humildad, necesaria para ir acercándonos a Ella; con el rezo del Rosario, María nos enseñará a saber qué quiere de nosotros.

  • "Cada misterio del Santo Rosario, da lugar para una reflexión, una meditación y también porque no, para una petición a Dios."
  • "El Santo Rosario es el arma a la cual le teme el enemigo, es también el refugio de los que buscan alivio a sus pesares y es la puerta para entrar en mi corazón."
  • "Con el Santo Rosario se puede enfrentar cualquier peligro, ya que en él está presente Cristo y la Madre de Cristo. Es la oración profunda, la inmediata comunicación con el Señor y con María. Es el regalo que os estoy dando para que vosotros lo aceptéis y lo conservéis mediante su rezo."
  • "Reza por la conversión de los pecadores el rezo del Santo Rosario ya que cada Avemaría son flechas de oro que penetran en el Corazón de Jesús." 

Recitar las Letanías, por otra parte, es ante todo dar gloria a Dios que tanto ensalzó a su Madre Santísima; es darle gracias a Ella y por Ella. Es alabarla, admirarla y pedirle su protección, es reconocer y meditar sus virtudes, movernos a imitarla, en cuanto es posible a nuestra humana debilidad, es pedir a Dios y a Ella gracia y protección para llevar a cabo lo que es imposible a nuestras propias fuerzas.

Son un poema dirigido a la Virgen, como cuando un hijo le dedica un poema a su madre. Son un conjunto de halagos dedicados a la Virgen María, tal como un hijo halagaría a su madre.

20 frases de Santos y Beatos que te harán amar más el Santo Rosario

1. San Pío X

"Si quieren que la paz reine en sus familias y en su Patria, recen todos los días el Rosario con todos los suyos".

2. San Francisco de Sales

"Rezar mi Rosario es mi más dulce ocupación y una verdadera alegría, porque sé que mientras lo rezo estoy hablando con la más amable y generosa de las madres".

3. San José de Calasanz

"Hacer saber a todos que sean devotos del Santísimo Rosario, en el que se contiene la vida, pasión y muerte de nuestro Redentor".

4. San Luis María Grignon de Montfort

"La práctica del Santo Rosario es grande, sublime y divina. El cielo nos la ha dado para convertir a los pecadores más endurecidos y a los herejes más obstinados".

" No es posible expresar cuánto prefiere la Santísima Virgen María el Rosario a las demás devociones, cuán benigna se muestra para recompensar a quienes trabajan en predicarlo y cuán terrible, por el contrario, contra quienes se oponen a este modo de oración".

5. San Alfonso María de Ligorio

"Si queremos aliviar a las benditas almas del purgatorio, procuremos rogar por ellas a la Santísima Virgen, aplicando por ellas de modo especial el Santo Rosario que les servirá de gran alivio".

6. San Antonio María Claret

"Las mejores conquistas de almas que he logrado, las he conseguido por medio del rezo devoto del Santo Rosario".

7. San Juan María Vianney (Santo Cura de Ars)

"Con esta arma le he quitado muchas almas al diablo".

8. San Juan Bosco

"Sobre la devoción de la Virgen y el rezo del Rosario se basa toda mi obra educativa. Preferiría renunciar a cualquier otra cosa, antes que al Rosario".

9. Santa Teresita del Niño Jesús (Teresita de Lisieux)

"Con el Rosario se puede alcanzar todo. Según una graciosa comparación, es una larga cadena que une el cielo y la tierra, uno de cuyos extremos está en nuestras manos y el otro en las de la Santísima Virgen. Mientras el Rosario sea rezado, Dios no puede abandonar al mundo, pues esta oración es muy poderosa sobre su Corazón".

10. Beato Pablo VI

"El rezo del Rosario exige un ritmo tranquilo y un reflexivo remanso que favorezcan en quien ora la meditación de los misterios de la vida del Señor, vistos a través del Corazón de Aquella que estuvo más cerca del Señor".

11. San Josemaría Escrivá

"Ojalá sepas y quieras tú sembrar en todo el mundo la paz y la alegría, con esta admirable devoción Mariana".

12. San Juan XXIII

"El Rosario es una muy excelente forma de oración meditada, compuesta a modo de mística corona".

13. San Juan Pablo II

"El Rosario me ha acompañado en los momentos de alegría y en los de tribulación. A él he confiado tantas preocupaciones y en él siempre he encontrado consuelo".

14. Santa Teresa de Calcuta

"Aférrate al Rosario como las hojas de la hiedra se aferran al árbol; porque sin nuestra Señora no podemos permanecer".

15. San Pío de Pietrelcina

"¡Amen a la Virgen y háganla amar. Reciten siempre el Rosario!".

16. San Juan Berchmans

"Denme mis armas: la cruz, la corona del rosario de la Santísima Virgen y las reglas de la Compañía. Estas son mis tres prendas más amadas; con ellas moriré contento".

17. San Miguel Febres (Santo Hermano Miguel)

"Un cristiano sin Rosario, es un soldado sin armas".

18. Santo Domingo de Guzmán

"Estás viendo el fruto que he conseguido con la predicación del Santo Rosario; haz lo mismo, tú y todos los que aman a María, para de ese modo atraer todos los pueblos al pleno conocimiento de las virtudes".

(Santo Domingo no puso en nada tanto empeño durante su vida como en alabar a la Santísima Virgen, predicar sus grandezas y animar a todo el mundo a honrarla con el Rosario. La poderosa Reina del Cielo, a su vez, no cesó de derramar sobre el santo bendiciones a manos llenas. Ella coronó sus trabajos con mil prodigios y milagros y él alcanzó de Dios cuánto pidió por intercesión de la Santísima Virgen María).

19. Beato Álvaro del Portillo

"Al desgranar el Rosario, suplicad a la Reina del Mundo por la santidad de la familia".

20. Beato Bartolomé Longo

"Como dos amigos, frecuentándose, suelen parecerse también en las costumbres, así nosotros, conversando familiarmente con Jesús y la Virgen, al meditar los Misterios del Rosario, y formando juntos una misma vida de comunión, podemos llegar a ser, en la medida de nuestra pequeñez, parecidos a ellos, y aprender de estos eminentes ejemplos el vivir humilde, pobre, escondido, paciente y perfecto".