Santa María
Santa: María es Santa por ser la Llena de Gracia y cumplir en todo momento la voluntad de Dios
"¡Alégrate!, llena de gracia, el
Señor está contigo."
"¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre!". María es la única mujer que ha sido bendecida de manera extraordinaria al haber sido la Madre del Salvador.
María es nombre de ayuda y consuelo. Cuando la invocamos con fe, con devoción y con amor recibimos inmediatamente ayuda, aliento y consuelo.
La expresión "Santa María" resume la totalidad de la experiencia de aquella a quien todas las generaciones llaman bienaventurada, de aquella en quien el Todopoderoso realizó grandes cosas. Decir Santa María es reconocer la obra admirable de Dios en esta pequeña mujer Inmaculada, pero al mismo tiempo también es admirarnos de su vida y de las cualidades que bien cita Luis María Grignon de Monfort:
- Su humildad profunda
- Su fe viva
- Su obediencia ciega
- Su oración continua
- Su mortificación universal
- Su pureza divina
- Su caridad ardiente
- Su paciencia heroica
- Su dulzura angelical
- Su sabiduría divina.
Proclamar a María "Santa" es
alabar a Dios y tomar conciencia de la llamada que tenemos todos
los cristianos a la santidad.