Madre Virginal

24.04.2018

Era lógico que el Hijo de Dios se engendrase en una carne sin pecado alguno. A Dios no le puede ver cara a cara sino alguien sin pecado (Apocalipsis 22, 14). Así como la Morada era santa y pura porque el Señor la cubría con su gloria (Éxodo 40, 34-35), así también era María, cuando Dios Trino descendió plenamente en ella (Lucas 1, 35).

La Iglesia llama a María: Virgen de las vírgenes, la Virgen por excelencia, porque fue incomparablemente la más pura de todas.

Y es Madre Virginal porque Ella fue Virgen antes, durante y después del parto. Ella misma explica en una locución al Padre Gobbi, y describe en las Apariciones de San Nicolás, que en Belén, en el humilde pesebre donde nació Jesús, en medio de una oración contemplativa, el niño apareció en sus brazos; sin dolor, sin puntos, sin violencia, sin cicatrices, respetando completamente la virginidad de María:

"Salió de mi vientre, de la misma manera que fue introducido, quiero decir, sin ser tocado. Nació impulsado por el Espíritu del Señor Todopoderoso. No sentí ningún dolor, sólo sentí que mi vientre se abría y se cerraba, mas fue sólo una sensación, porque no me quedó rastro alguno, quedando Yo intacta como antes."